jueves, 2 de septiembre de 2010

La construcción de la realidad social de John R. Searle II

En la primera parte he hablado sobre los sentidos epistémicos y ontólogicos subjetivos y objetivos. Hoy toca dar un repaso al siguiente punto del libro: la distinción entre rasgos intrínsecos y rasgos relativos, o dicho de otra manera, la distinción entre rasgos del mundo que existen independientemente de nosotros y aquellos que, para su existencia, dependen de nosotros. Estos conceptos son necesarios para entender la visión de Searle acerca de cómo observamos la realidad y, por consiguiente, conocer el marco metodológico idóneo para describir la estructura de la realidad social.
Los rasgos intrínsecos son aquellos rasgos que existen independientemente de nosotros. Un billete está compuesto por fibras de celulosa y tiene una determinada composición química. Estos hechos son independientes a la opinión o creencia que tenga de él. ¿Acaso cambiará su composición química por mucho que lo piense?

Los rasgos relativos o que existen de acuerdo con la intencionalidad de los observadores. Son dependientes de los observadores y son rasgos ontológicamente subjetivos: Vendedores y compradores asumimos que ese material compuesto de fibras de celulosa y con una determinada composición química es un billete y actúa como dinero. Es un rasgo epistémicamente objetivo, pues el hecho de que sea un billete no es cosa de mi opinión sino de un acuerdo de intencionalidad por parte de un conjunto de observadores.

Un billete es un ejemplo de rasgo relativo: depende 
de nuestra existencia gracias al acuerdo 
que hemos alcanzado entre todos, dar valor 
a un papel para que sirva de moneda.
En cambio, el billete está compuesto por clorofila,
un rasgo intrínseco del papel que prevalece
independientemente de si lo usamos como moneda o no.










Si bien esta parte puede causar un poco de confusión existe una manera fácil de distinguir entre rasgos intrínsecos y relativos. Según Searle, para ello hay que formular la siguiente cuestión:


“¿Podría el rasgo existir sino hubiera habido nunca seres humanos u otra clase de seres sintientes?”
                                                                      
Si el rasgo puede existir sin la existencia de seres humanos es que es intrínseco: Esta montaña existe sí o sí independientemente de nuestra existencia. Si el rasgo necesita de la existencia de seres humanos es que es un rasgo relativo al observador: Este objeto es un billete, pero si la humanidad no existiera sería un mero objeto compuesto de fibras y no tendría utilidad de dinero.

Aclarado el tema de los rasgos intrínsecos y relativos o intencionales toca rizar un poco el rizo. Un billete es un billete en relación a que los observadores lo vemos como tal. Nosotros como observadores tenemos estados mentales, conscientes e inconscientes, un rasgo inherente a nuestra naturaleza humana. El hecho que un colectivo de observadores tengamos una actitud así de cara al billete hacen que dicha actitud en sí sea un rasgo intrínseco de los observadores. O dicho de otra manera y con palabras de Searle: 


“Los rasgos intrínsecos de la realidad son aquellos que existen independientemente de todos los estados mentales, salvo los estados mentales mismos, que son también rasgos intrínsecos de la realidad.”

De esta manera concluimos diciendo que:

"los rasgos relativos al observador son siempre creados por los fenómenos mentales intrínsecos a los usuarios, observadores, etc., de los objetos en cuestión. Aquellos fenómenos mentales son, como todos los fenómenos mentales, ontológicamente subjetivos; y los rasgos relativos al observador heredan esa subjetividad ontológica. Mas esa subjetividad ontológica no impide que los asertos acerca de rasgos relativos al observador sean epistémicamente objetivos."

¡Parece complicado pero en realidad está chupado!

Todo esto nos lleva al siguiente punto: La asignación de función, la intencionalidad colectiva y las reglas constitutivas. Iré desgranando estos tres elementos poco a poco en la siguiente actualización. ¡Que aproveche!

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