jueves, 2 de septiembre de 2010

La construcción de la realidad social de John R. Searle I

Parece ser que mis primeros pasos en el blog distan mucho de realizar un análisis social profundo. Espero que se me perdone, siempre he coqueteado con muchos temas. La filosofía del lenguaje y la sociología del conocimiento me han fascinado desde que empecé a estudiarla casi al principio de la carrera. La construcción de la realidad social de John R. Searle se ha convertido en un libro importante en mi pequeña biblioteca. ¿Y por qué es tan importante este libro para mí? Pues porque trata de resolver una cuestión tan importante como una construcción de la realidad social objetiva.

            Esto puede ocasionar un sarpullido alérgico a aquellos que creen que eso es imposible, pues la construcción social de nuestra realidad es subjetiva, depende de convenciones humanas, ergo, la realidad es arbitraria puesto depende de nuestra mente humana. Searle intenta resolver estas cuestiones.


Para empezar, John R. Searle dice que existe una realidad totalmente independiente de nosotros. En su análisis busca la relación entre el conocimiento de la realidad y la objetividad. Nuestro concepto de objetividad depende de la distinción entre objetivo y subjetivo. Searle añade además las diferencias entre los sentidos epistémicos y ontológicos.

Cuando hablamos del sentido epistémico de objetivo y subjetivo nos referimos siempre a los predicados de un juicio.
  1. Ejemplo de un sentido epistémico subjetivo: “Britney Spears es mejor artista que Michael Jackon”. Es subjetivo porque depende de nuestra actitud y de nuestros sentimientos.
  2. Ejemplo de un sentido epistémico objetivo: “ Britney Spears nació en EE.UU. en 1981”. Es un hecho objetivo independientemente de nuestros sentimientos. Nos guste más o nos guste menos Britney Spears es un hecho objetivo que ella naciera en EE.UU. en 1981.
Cuando hablamos del sentido ontológico hablamos de los predicados de las entidades y tipos de entidades.
  1.             Ejemplo de un sentido ontológico subjetivo: El dolor, el hambre, la ira... pues su existencia depende de que sean sentidos por los sujetos.
  2.             Ejemplo de un sentido ontológico objetivo: Por ejemplo, una montaña. Su existencia es independiente de los estados mentales, sentimientos o creencias de cualquiera.
Para enredar un poco más la cosa podemos crear enunciados epistémicamente subjetivos sobre entidades ontológicamente objetivas y enunciados epistémicamente objetivos sobre entidades ontológicamente subjetivas. Para verlo más claro Searle utiliza estos ejemplos:

El monte Everest es más bello que el monte Whitney”: Enunciado de dos entidades ontológicamente objetivas (el monte Everest y el monte Whitney existen independientemente de nuestro estado mental) con un juicio epistémico subjetivo sobre ellas (su belleza depende de las preferencias de cada persona).

Ahora tengo dolor en la espalda”: Enunciado sobre una entidad ontológica subjetiva (el dolor depende de nuestra capacidad de sentir, ergo, tiene un modo subjetivo de existencia) con un juicio epistémico objetivo (que le duela en la espalda no es un hecho que dependa de la preferencia de la persona sino que es independiente de él). 


Siendo suficiente por hoy y aclaradas las diferencias entre el sentido epistémico subjetivo/objetivo y el sentido ontológicamente subjetivo/objetivo, el próximo día hablaré de la asignación de la función, la intencionalidad colectiva y de otros temas igual de interesantes. De esta manera iré atando cabos y todo irá cobrando forma. ¡Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario